Nicaragua avanza en Seguridad, Paz y Vida. Hoy le tocó a Monimbó, Masaya que desde ya luce calles liberadas de tranques donde la gente puede circular libremente sin miedo a ser asaltada, asesinada o secuestrada.
Hoy ese  barrio histórico de la ciudad de Masaya celebra su libertad, luego de estar secuestrado por terroristas financiados por la derecha golpista. Las lágrimas de alegría de las familias eran lágrimas de felicidad y agradecimiento.
Una pobladora de Monimbó al ser entrevistada agradeció a los policías y relató que hasta el día de hoy vivieron secuestrados en su propia casa.
“Ahora que mi señor Jesucristo me los guarde, vos vieras que horrible hijo, gracias le doy a mi señor que ustedes vinieron. Nosotros oramos. Vivimos en ayuno y oración para que Dios se manifieste en ustedes y me los guarde. Es horrible, es terrible, los nervios” …
“Estamos alegrísimos y oramos siempre para que mi señor me los guarde... aquí queremos paz, no queremos desorden chiquito, es bueno vivir en paz, tranquilo. La sangre preciosa de Jesucristo sea sobre ustedes, y que liberen Masaya, que ya no queremos más desorden".

Agregó que lo más difícil era cuando el grupo terrorista que se había tomado Monimbó detonaba bombas en el lugar para mantenerla presa del miedo a la población.
Asimismo el Museo Comandante Camilo Ortega Liberado fue liberado de los terroristas. Es contra esos terroristas que infundieron miedo, horror y luto a quienes la gloriosa Policía Nacional se enfrentó para devolver la paz y la tranquilidad a las familias de Masaya.
museo
El Centro del Inatec “Camilo Ortega” que había sido tomado como puesto de mando y centro de torturas fue liberado la mañana de este martes, día de la alegría. Y donde se encontró vestimenta que los delincuentes ocupaban para hacer creer a la población que eran policías, así mismo en este centro fue encontrada la motocicleta del Sub oficial Gabriel Vado Ruíz, asesinado el pasado 15 de Julio por los terroristas.
inatec
De esta manera las familias expresaron su agradecimiento hacia la policía que liberó al pueblo de Monimbó tras pasar más de dos meses secuestrados en sus propias casas.
Hoy Monimbó cuenta con calles libres de barricadas y se enrumba a seguir construyendo la paz.
La marcha hacia las victorias no se detiene.